¿Qué es la proyección de la imagen personal y profesional?

 

La proyección de la imagen personal y profesional es una combinación de varios elementos que nos representan ante los demás. Incluye la apariencia física, la comunicación verbal y no verbal, las habilidades sociales, la actitud y las competencias profesionales. Es la forma en que nos presentamos y cómo mostramos nuestra personalidad y habilidades en diferentes contextos. 

La Imagen Personal transmite cualidades (seriedad, cercanía, credibilidad,  dinamismo, flexibilidad, etc.) a través de los códigos de la imagen. Al igual  que se trabaja para estar el día en conocimientos, habilidades y competencias,  hay que saber tratar la imagen personal en la atención al cliente sin  frivolidad y como herramienta de comunicación de gran valor: 

Apariencia externa/física: elementos que quedan integrados a través del  outfit/look y que reflejan la identidad profesional y de la empresa: lo que  vestimos, el maquillaje, la higiene, el perfume, la alimentación, la tipología  corporal y facial, etc. Es muy importante proyectar tu identidad a través del  estilo, aunque el outfit/look puede ser de elección propia o tener que hacer uso  de uniforme por exigencias de la actividad o por imagen corporativa. Sea 

como sea siempre tiene que reflejar tu esencia y ayudarte a proyectar las  cualidades que quieres transmitir. 

Comunicación no verbal y verbal: la Imagen Personal también es nuestra  manera de expresarnos y no sirve guionizar nuestras palabras. La  comunicación verbal no es solo lo que decimos sino cómo lo decimos. La  comunicación no verbal es como un puzzle en el que se engloban nuestros  gestos, posturas, voz, mirada, sonrisa, paralenguaje, … ¡y todas y cada una de  estas piezas deben encajar para fortalecer tu mensaje! Fusionar la  comunicación no verbal y verbal es básico para ofrecer un mensaje claro y sin 

interferencias, aunque distintos estudios dicen que los gestos son más  influyentes y tienen más fuerza que las palabras.  

Habilidades Sociales: son el conjunto de conductas y capacidades que  permiten interactuar y relacionarse con los demás. El trato, la forma de saludar,  la puntualidad, etc. Todo influye en la percepción de tus interlocutores. En  resumen, es el arte de «saber estar». 

Actitud: tu comportamiento ante cualquier situación refleja tu forma de hacer y  ser y puede diferenciarte de forma positiva o negativa. Es clave proyectar las  cualidades, habilidades, competencias, valores, etc. que se quieren comunicar  con esencia y credibilidad ante el cliente, para así lograr dar un servicio de  Atención al Cliente de excelencia.  

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